
Nos hemos vuelto esclavos de las redes sociales
Hace unos días leía un post en LinkedIn de mi mentora y compañera Laura Polo que me removió profundamente.
Hablaba sobre cómo nos hemos convertido en esclavos de las redes sociales y no pude evitar sentirme totalmente reflejada en sus palabras, no solo por lo que escucho en mis sesiones con empresas, sino porque a mí también me pasa.
Incluso dedicándome a la comunicación, hay días en los que siento que, si no publico, no existo. Que, si no estoy en Instagram o LinkedIn, mi negocio pierde fuerza.
Y ese pensamiento me pesa, me agota y me condiciona.
No somos máquinas de generar contenido. Somos marcas, personas, negocios con una historia que contar… pero también con una energía limitada. Y con algo todavía más valioso: nuestro tiempo.
El espejismo del algoritmo
Las redes sociales son un canal valioso: visibilizan, inspiran, nos conectan con nuevas audiencias… pero también pueden convertirse en un espejismo: esa sensación de que si no estamos todo el tiempo presentes, desaparecemos.
El problema no está en usarlas, sino en depender solo de ellas.
Cuando una estrategia de comunicación se sostiene exclusivamente en redes, el negocio se vuelve vulnerable. Y muchas veces, lo que empieza como una herramienta, termina siendo una carga.
Además, hay algo más profundo que ocurre: nos desconectan de nosotros mismos. Empezamos a comunicar como otros, a seguir tendencias sin sentido, a alejarnos de nuestra esencia por querer estar “a la altura”.
Y eso, a largo plazo, se nota y nos pesa, sobre todo, a los que somos pequeños autónomos.
Elegir desde la estrategia, no desde el miedo
Cada empresa es distinta. Siempre lo digo a mis clientes, no todas necesitan lo mismo, ni deben estar en todas partes.
La clave está en preguntarse: ¿qué canal te permite mostrar tu valor con claridad y sin agotarte?, ¿dónde está tu público ideal?, ¿qué tipo de comunicación te resulta natural, coherente y sostenible?
A veces, una buena estrategia de contenido en tu web puede darte autoridad. O una nota de prensa bien ubicada puede abrirte nuevas puertas. O una colaboración estratégica puede hacerte visible donde antes eras invisible.
Y sobre todo: un evento puede multiplicar tu impacto de forma más directa, cercana y memorable.
Eventos: visibilidad real, conexión profunda
Los eventos corporativos son mucho más que reuniones bonitas. Son espacios de posicionamiento, reputación y confianza. Te permiten mostrar tu marca desde la experiencia real, no solo desde una pantalla.
Un desayuno con medios locales, una presentación de proyecto, un encuentro con potenciales colaboradores o clientes… cualquier acción bien pensada, pueden darte más visibilidad y relaciones duraderas que semanas de publicaciones en redes.
Y lo mejor: puedes integrar medios de comunicación, crear cobertura, generar contenido valioso y consolidar tu presencia sin caer en la rueda del agotamiento digital.
Menos, es más
Esa frase me acompaña desde la facultad. Me la repitió un profesor y se me quedó grabada. Y hoy, la aplico más que nunca.
Menos publicaciones sin alma. Más mensajes con intención. Menos correr tras algoritmos. Más estrategia.
Y, sobre todo, más conciencia sobre cómo usamos nuestro tiempo.
Nuestro tiempo es el recurso más valioso que tenemos. Lo único que no podemos recuperar. Por eso, elegir dónde lo invertimos y desde qué lugar lo hacemos no es un lujo: es una necesidad.
Este consejo no es solo para ti.
Me lo estoy repitiendo a mí también. Porque más de una vez he intentado encajar donde no hacía falta, comunicar desde fuera y no desde dentro… y he perdido el norte de lo que realmente quería contar.
Porque muchas veces, las redes conectan… pero nos desconectan de nosotros mismos, de lo que de verdad importa.
Nos perdemos intentando replicar lo que hacen otros y olvidamos que lo que realmente nos diferencia es lo que somos, no lo que copiamos.
Muchas marcas están replanteándose su manera de comunicar.
Y eso es una buena noticia.
Si también te sientes esclavo o esclava de las redes y no sabes por dónde empezar, te acompaño a explorar nuevas formas de visibilidad más alineadas contigo y con tu negocio.
Hay otras formas. Más serenas. Más gratificantes. Más tuyas.